miércoles, 24 de julio de 2013

recordar sin ponerme a llorar.

Nos empeñamos en hacernos daño, sin quererlo, pero sale solo. ¿Por qué? No sirven las promesas a la hora de hablar de amor, no sirven las palabras, si no los hechos. Las palabras duelen, hieren, matan, y cuando te das cuenta, te acabas de cargar a una persona. Lo siento, yo te quiero, no pretendi matarte con tan solo una frase, solo necesitaba saber que te tenía ahí, que eras propiedad privada, pero no, eres pública por así decirlo, y yo no soy ninguna facha para arrebatarte tus libertades. Quiéreme si te atreves, el daño ya está hecho, ahora eres tú la que debes decidir,¿vivir conmigo o morir sin mi? Tú eliges.

No hay comentarios: