miércoles, 3 de julio de 2013

-

Perdona si se me corre la tinta cuando te escribo, o si pierdo más que los papeles cuando sonríes para mí. Si no es pertinente decir que me muero por conocer el mundo entero de tu cuerpo, con todos sus accidentes geográficos. Perdona si no puedo controlar mis impulsos y permito que se me fundan todos los plomos de ese órgano que dicen que me hace vivir. Perdona si quiero hablar contigo en primera persona del plural, y conjugar todos esos verbos futuros que se nos ocurran. Que no me van a quedar noches de sobra si las paso contigo. ¿Y qué quieres que te diga? Si lo único que sé es hablar de ti... Pero sólo espero que entiendas, que el fin del mundo me sabe a poco si dices que vienes conmigo.

No hay comentarios: