jueves, 18 de julio de 2013

El caso es que todo se va a la mierda y tenemos que intentar frenarlo de alguna forma, porque como decía Álex Ángulo en el laberinto del fauno: "obedecer por obedecer, así sin pensarlo, eso solo lo hace la gente como usted, mi capitán". Quizá hemos complicado todo tanto que ahora es imposible de abarcar. Que somos víctimas de nuestra propia ansia de comodidad. Que el lujo nos ha hecho débiles y caprichosos como animales domesticados.

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