El amor es caerse
y en lugar de levantarse
hacer que caigas conmigo.
Aprovecharnos del suelo
para lamernos el vértigo.
Y flotar.
Gritar tu nombre desde el Empire State
y que todas las mujeres quisieran llamarse como tú,
amanecer en Nueva Delhi
y mordernos el hambre,
conseguir que los canales de Venecia
se sonrojaran de pudor ante tus muslos.
Y perderte de camino a nosotros,
equivocarme de regreso a cualquiera,
encontrarte,
que el placer siempre se esconde en el lugar más prohibido.
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