Ahora bailo bajo este diluvio de letras
y no sé si lo que hago es desahogarme
o quizás
todo lo contrario.
Estoy pataleando en mitad de una marejada de palabras,
alejándome de cualquiera de los ojos salvavidas
que tratan de tirar de mi hacia arriba sin dejarme tocar el fondo
con el que soñaba cuando te dije: sin ti, mi vida, no voy a ser feliz,
pero contigo no puedo ser libre.
Tan poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario